miércoles, agosto 15, 2007

SALMO

Has dicho que me amas
en las llamaradas del crepúsculo,
en lo vuelos paradisíacos,
en el detalle del narciso,
de lo juncos ordenados,
de los lirios celestiales.
En el verde musitar de las hierbas
primaverales, que vuelven
que perdonan.
Has dicho que me amas
en la fidelidad del agua
que me abraza, que me besa.
En la bondadosa lámpara de la tierra
están tus palabras.
Desde que leo tus mensajes
delicados, finos, recatados,
la alegría se inauguró
en mi resistente pecho que avanza
en medio de la guera.
Qué bien comprendo tus palabras
escritas en la perfecta rosa
que siempre ha estado
como símbolo.
Tu recado dejado en la violeta
pequeña, en la algarabía
de los que nacen en la montaña mojada
en medio de las gotas luminosas
prendidas en los verdes estandartes
puedo descifrar.
Y lo que dice el mar.
y lo que dice el bosque.
Agosto, 2005.

2 comentarios:

Unknown dijo...

HERMOSO, SIEMPRE HERMOSO.
ES DIOS...
ERES TÚ...
edgar

Unknown dijo...

HERMOSO, SIEMPRE HERMOSO.
ES DIOS...
ERES TÚ...
edgar